Así es el plan de la empresa especializada en rescates navales para liberar el supercarguero que bloquea el Canal de Suez
Una empresa holandesa especializada en rescates marítimos será la encargada de liberar el supercarguero que tiene bloqueado el Canal de Suez. Sus gestores han anunciado la suspensión temporal de la navegación. Los rescatadores de élite afirman que la operación puede durar de días a semanas. Entre el domingo y el lunes surgirá la mejor oportunidad para mover el barco.
Los trabajos para reflotar el Ever Given, el supercarguero varado que tiene bloqueada una de las principales rutas comerciales del mundo como es el Canal de Suez, han comenzado a primera hora este jueves. Hasta ahora los remolcadores y excavadoras no han logrado mover ni un milímetro el buque que ha quedado encallado por la popa y la proa desde el pasado martes.
La lucha para liberar el barco ahora recae en SMIT Salvage BV, una legendaria empresa holandesa especializada en rescates marítimos. Sus equipos están acostumbrados a lanzarse en paracaídas a las cubiertas de los barcos para salvar a tripulaciones en mitad de las tormentas. También ha sido contratada la compañía japonesa Nippon Salvage para ayudar en el reflotamiento.
«El rescate puede llevar días o semanas, ya solo llevar todo el equipo que necesitamos no está a la vuelta de la esquina», ha explicado uno de los directivos de la empresa a una televisión de Países Bajos, Nieuwsuur.
La compañía holandesa es sinónimo de los rescates navales más peligrosos realizados recientemente, incluido el reflotamiento de un submarino nuclear ruso hundido en 2001 y la extracción de combustible del interior del crucero Costa Concordia en 2012.
El primer trabajo será determinar exactamente cómo de hundido está en tierra la proa del supercarguero explica Martijn Schuttevaer, portavoz de Boskalis, matriz de SMIT Salvage. Sin embargo, la operación es mucho más compleja que cuando un barco queda varado en un arrecife o en un banco de arena. Primero por las dimensiones.
El Ever Given mide más que la Torre Eiffel, alrededor de 400 metros
El Ever Given es uno de los buques más grandes del mundo con una longitud de 400 metros, mide lo mismo que la Torre Eiffel si se pudiera tumbar, y un peso que alcanza las 200.000 toneladas.
Y segundo por qué todavía no está claro a que profundidad ha quedado encallado en tierra. Los rescatadores podrían tener que encontrar una manera de aligerar el enorme peso de la embarcación para poder moverla. Un extremo que retrasaría el desbloqueo del canal. Las autoridades de la infraestructura han anunciado que la navegación queda suspendida temporalmente.
El proceso de aligerar peso significa eliminar cosas como el agua de lastre, que ayuda a mantener los barcos estables cuando están en el mar, extraer combustible o liberar carga, indica Schuttavaer.
El peor de los casos y el que más demoraría el proceso sería retirar de la cubierta los contenedores. La duración de este trabajo dependería de la cantidad de equipo pesado disponible. A menudo puede implicar volar en helicópteros para retirar las cajas una por una, explican desde la empresa a Bloomberg.
SMIT ha puesto en marcha un equipo de 8 personas al amanecer del jueves para abordar e inspeccionar la embarcación y la conexión a tierra. Una gran parte de la evaluación submarina inicial es cuánto se inclinan las orillas en ese punto del canal.
Cuando suba la marea a su punto máximo será clave para mover el barco
Dichos equipos suelen estar dirigidos por un maestro de salvamento, a menudo un excapitán o alguien con conocimiento de la industria, pero también pueden incluir buzos, soldadores y operadores de grúas.
Para Nick Sloane, el maestro de salvamento responsable de reflotar el Costa Concordia en 2012, apunta al domingo o lunes cuando puede surgir la mejor oportunidad para mover el Ever Given, coincidiendo con el punto más alto de la marea en los próximos días.
El gran problema que plantea el carguero es que no hay espacio para remolcar desde la proa o desde la popa al quedar encallado en ambos extremos. Por ahora los trabajos se están centrando en dragar con excavadoras las partes hundidas del barco. Muchos expertos calculan que el bulbo de proa está enterrado alrededor de cinco metros.